11 abril, 2014

10 cosas que puedes hacer por una nueva mamá


No es cuestión de feminismo ni de machismo, hombres y mujeres somos biológicamente diferentes, y el embarazo, parto y puerperio son algunos de los momentos de la vida en que más se notan esas diferencias. Las mujeres somos presas de las hormonas, que a su vez son las que nos permiten tantos cambios en pos de una nueva vida, además de encontrarnos expuestas a cambios profundos en nuestras rutinas y formas de ver el mundo y relacionarnos con él.

Si bien las relaciones amorosas suelen tener base en un intercambio constante de afecto y atenciones, es necesario que los papis sepan que en este momento particular en que nace un hijo  no vamos a estar tan disponibles para ellos por un tiempo. Sin embargo vamos a seguir necesitándolos, y quizás más que nunca, porque necesitamos ese cariño y esa contención para mantenernos en nuestro centro y brindar todos esos cuidados que un recién nacido nos demanda.

Entendemos que nuestros esposos o parejas puedan sentirse de algún modo abandonados en esta etapa, excluidos incluso de esa unión tan extrema que se forma entre la mamá y el bebé, pero no nos pidan racionamiento en este momento, somos un saco de emociones y sentimientos encontrados, cuestionamos nuestra identidad y nuestro rol como mujeres, esposas, madres y personas. En cambio sean nuestros compañeros, compartan nuestros silencios, nuestras lágrimas, nuestras sonrisas, y en algún momento seremos capaces de agradecer esa compañía y ese apoyo incondicional.

Quizás a los hombres, tan ajenos a estas experiencias interiores propias del ser mujer, estas palabras puedan llegar a complicarlos, en vez de ayudar. Por eso, a ellos, que son más prácticos, más directos, más concisos, (y porque sé que en el fondo lo único que quieren es comprendernos y ayudarnos) les daría los siguientes consejos sobre las 10 cosas que pueden hacer por una nueva mamá:

1. Agradecer: tu esposa o pareja pasó 9 meses llevando ese bebé dentro de su vientre, velando por él, extremando los cuidados, privándose de alimentos, actividades, salidas y situaciones a las que estaba acostumbrada, experimentó cambios hormonales, de peso, de su propio centro de gravedad, sufrió mareos, nauseas, dolores, gastritis, constipación, contracturas, faltas de aire, insomnio. Y cuando llegó al final del camino tuvo que pasar por muchas horas de dolor en un trabajo de parto o por una cirugía en un frío quirófano. Tuvo miedo, sintió soledad e incomprensión. Pero sabía que valía la pena, porque al final un niño llegaría al mundo y juntos serían una familia. Decíle simplemente "gracias por tener a nuestro hijo", te aseguro que lo va a valorar.

2. Preguntar cómo se siente: la forma en que ella vivió el embarazo y el parto es diferente de la forma en que lo experimentan los papás, esta simple pregunta le abrirá las puertas para que te cuente su vivencia, sus sensaciones y emociones, y les permita unirse más. Seguramente después de eso a ella le encante escuchar tu versión.

3. Decirle que está hermosa: todas sabemos que después de un parto es muy difícil que estemos hermosas en el sentido tradicional de la palabra, pero la maternidad tiene su belleza: ese cuerpo redondo que albergó un nuevo ser humano, los pechos hinchados llenos de leche para alimentarlo, la mirada perdida por tanta introspección ante semejante milagro. Saber que ustedes pueden percibir esa belleza no hará más que darnos felicidad y nos ayudará a sentirnos valoradas y amadas.

4. Confiar en ella y hacérselo saber: por supuesto que no nacemos sabiendo ser mamás, pero les aseguramos que los primeros días de vida de nuestro hijo cumplen la función de un curso intensivo para aprender muchas cosas, porque sus necesidades tienen su propio ritmo y no respetan horarios ni cansancio. Por eso sabremos valorar que confíen en lo que estamos haciendo, que en todos los casos es lo mejor que podemos. Dudar de nosotras o cuestionarnos puede ser un detonante para caer en un abismo profundo de inseguridad.

5. Preguntar qué necesita: lo más probable es que el primer tiempo en casa con un bebé signifique eso: estar dentro de casa. Porque tenemos un pequeñito que todavía no puede ser expuesto al frío, al calor, a la humedad, al sol, al viento, a las bacterias, etc. Y eso significa que tendremos que pasar todo el tiempo con ellos dentro de casa. Por ende el tiempo que ustedes papis no estén, nosotras estaremos encerradas entre cuatro paredes. Un gran gesto es preguntar cada mañana qué necesitamos. Probablemente sea alguna compra que puedan hacer de paso al volver a casa.

6. Bajar las expectativas con el orden y los horarios: a todos nos gusta tener una casa ordenada y comer en un determinado horario todos los días, pero deben saber que en estos primeros tiempos de maternidad lo que menos vamos a tener es orden. Probablemente cuando todos estén durmiendo, la nueva mamá se pase la noche caminando con el bebé en brazos, amamantando, llenando y lavando mamaderas y cambiando pañales. Por eso no es raro que cuando todos se levanten por la mañana, ella quede por fin profundamente dormida. El bebé es capaz de utilizar prácticamente todo nuestro tiempo útil, por eso en esta etapa el orden y los horarios van a quedar desplazados a un segundo plano. Si tienen la posibilidad, no viene mal una pequeña ayuda con la tareas del hogar. 

7. Preparar alguna comida: Sabemos que los papás también tienen muchas responsabilidades en esta etapa, pero no les pedimos un almuerzo al estilo "Top Chef", nos basta con que puedan sorprendernos con unos fideos, una pizza o una ensalada. Para ustedes quizás sea un pequeño esfuerzo que para la nueva mamá implicará un gran alivio y un hermoso gesto. 

8. Mucho afecto: por un tiempo será necesario olvidarse de las formas tradicionales de afecto en la pareja, e intentar un tipo de demostración un tanto más paternal. Un beso en la frente, una caricia en la espalda, tomarla de la mano o unos masajes en los pies. Todo lo que implique cariño desinteresado y amor incondicional, apoyo, contención. 

9. Cuidar al bebé un par de horas: para que la nueva mamá pueda dormir sin interrupciones y tomar un baño, de forma de recargar pilas para volver a empezar. No olviden que su trabajo no tiene recreos y que su único momento real de descanso será mientras ustedes cuiden al bebé. Y de paso es una excelente oportunidad para compartir directamente con su hijo, sin intermediarios, y afianzar lazos. 

10. Paciencia, mucha paciencia: se que lo que necesitamos las mamás en esta etapa es mucho esfuerzo de su parte, pero les prometo que seguir estos consejos les permitirá mantener la paz familiar y un hermoso recuerdo. Seguramente ella agradecerá todo su sacrificio cuando las hormonas la liberen, las demandas del bebé sean menos y ella adquiera más habilidad en su tarea diaria. 

"Una mamá amada es una mamá feliz, una mamá feliz es una buena mamá, y una buena mamá es capaz de dar a su bebé todo lo que necesita. Amar a la nueva mamá es la forma que tiene el papá para dar a su bebé lo que éste necesita"
Por eso no olviden: agradecer por traer a su hijo al mundo, preguntar cómo se siente, decirle que está hermosa, confiar en ella, preguntar qué necesita, bajar las expectativas con el orden y los horarios, preparar alguna comida, dar afecto, cuidar al bebé para que ella descanse y ejercitar la paciencia. 

Estoy enlazando este post a la Fiesta #62 de enlaces del blog Personalización de Blogs. 

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4 comentarios:

  1. Anónimo3/5/14 20:52

    interesante esta publicacion!!! es realmente todo lo que necesitamos las mamas

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  2. Me encanta! Estoy totalmente de acuerdo. Es dificil para lis papis entender todo esto...

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Espero tu comentario!

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