Como ya dije en mi post anterior "10 cosas que puedes hacer por una nueva mamá", una mamá feliz es una buena mamá y tiene la capacidad para dar a su hijo todo lo que éste necesita.
Una de las cosas fundamentales para lograr la felicidad en esta etapa particular de nuestra vida, es contar con el apoyo y la contención de nuestra pareja, o de otros seres queridos como nuestros padres, hermanos o amigos en caso de no contar con una.
Sin embargo esta situación no depende de nosotras, y muchas veces podemos encontrarnos solas en la lucha.
Para esos casos tengo una buena noticia: "Por significativos que sean para cada uno de nosotros los principales acontecimientos de nuestra vida, según los estudios..., en realidad determinan un porcentaje ínfimo de nuestra felicidad... de la suma de todas las circunstancias y situaciones de la vida apenas depende el 10 por ciento de lo feliz que es cada uno". (La Ciencia de la Felicidad - Sonja Lyubomirsky).
Pero entonces: de qué depende la felicidad? Según los estudios realizados por esta Doctora en Psicología, el 50 por ciento depende de nuestro valor de referencia, y el 40 restante de nuestra actividad deliberada. El valor de referencia apunta a la base genética que nos predispone a un determinado nivel de felicidad o infelicidad en nuestra vida, e incluso a la depresión clínica.
Aunque estas cifras pueden resultar impactantes, no debemos olvidar de ese 40 por ciento que queda reservado a nuestra actividad deliberada, es decir a esa actividad que realizamos con la intención de ser felices.
Sonja Lyubomirsky hace un listado de las 12 actividades que pueden llevarnos a una vida feliz, algunas más que otras, dependiendo de nuestras particularidades, las que les enumero a continuación:
1. Practicar la gratitud.
2. Cultivar el pensamiento positivo.
3. Evitar pensar demasiado y la comparación social.
4. Practicar la amabilidad.
5. Preocuparse de las relaciones.
6. Desarrollar estrategias para afrontar.
7. Aprender a perdonar.
8. Fluir más.
9. Saborear las alegrías de la vida.
10. Comprometerte con tus objetivos.
11. Practicar la religión y la espiritualidad.
12. Ocuparte de tu cuerpo.
Intentemos hacer un compromiso con nuestra propia felicidad, de ello depende poder enseñarles a nuestros propios hijos a ser felices.
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