Bueno! llegó el día! Hasta ahora María Victoria había dormido en su catre desde que nació, junto a nuestra cama, mientras que su cuna funcional estaba armada en la otra habitación, que habíamos preparado para ella con el resto de sus cosas.
Cuando ella nació esa cuna parecía tan grande! no puedo creer que ahora la veo parada y jugando dentro de ella.
Igualmente llevarla a dormir en la otra habitación no era una opción para nosotros, así que hoy tuvimos que cambiar la cuna por el catre, lo que implicaba desarmarla y volver a armarla junto a nuestra cama, tarea, por supuesto, que le correspondía al papá.
Con María Victoria a upa, mirábamos las dos como el papá (con ayuda de un tío que nos está visitando) hacían el trabajo, y mientras tanto no pude evitar recordar el día en que la armamos por primera vez, dándole forma a esa habitación de bebé, convirtiéndola en el espacio para ella. En aquel momento Vicky llevaba 7 meses creciendo dentro de mí, su llegada era todavía un sueño para nosotros, y empezar a ver sus cosas dentro de la casa nos hizo tomar conciencia de la cercanía de su nacimiento. De repente había un lugar dedicado a ella, una cuna, un catre, un cochecito, una sillita de viaje e incluso un par de juguetes. Y aunque ahora la habitación estaba llena de cosas, se sentía vacía... porque todavía faltaba ella!
Y cuando por fin llegó, todas esas cosas parecían gigantes! Por eso hoy cuando me despertó con un "mamá", pronunciado mientras me miraba parada desde su cuna, junto a mi cama, entendí que el tiempo pasa demasiado rápido, que mi bebé de 11 meses ya es una nena pequeña, que cada día llega y se va, y yo no quiero perder la oportunidad de disfrutar cada detalle.
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