Por qué una segunda parte
Estaba leyendo el post anterior "Y yo qué?"... el papá excluido y sinceramente pienso que quedaron muchos cabos sueltos en la explicación. Pareciera que por capricho femenino el hombre debería acostumbrarse a dar sin recibir nada a cambio, pero no es eso lo que quise decir en lo más mínimo.
Por eso decidí escribir la 2da parte de ese post, para ampliar un poquito la idea.
El comienzo: la reciprocidad en la relación de pareja
La base es la siguiente: mientras somos una pareja sin hijos, la relación tiene el punto de partida en la reciprocidad, como lo pueden ver en la siguiente imagen:
En una relación de pareja cada uno da lo que recibe, y viceversa, mientras conservan ciertos tiempos y espacios para uso personal y con los que se destinan al trabajo y profesión, amistades, salidas, distracciones y demás gustos u obligaciones particulares.
Cuando se espera un hijo se puede creer que la relación seguirá siendo la misma, con la diferencia de que habrá una persona más que vendrá a "enriquecer" la escena; o la mujer, generalmente suele pensar que las nuevas cargas y responsabilidades serán repartidas en partes iguales con el hombre, tal cual se venía haciendo con anterioridad. Mientras tanto el hombre suele pensar que no se agrega demasiado trabajo a la vida diaria, que el bebé es simplemente una presencia más y que todo seguirá siendo como antes.
La llegada del bebé real
Finalmente llega el primer hijo a nuestras vidas, sin que estemos realmente preparados para los cambios de roles que deberemos asumir, las nuevas dinámicas que se generan a partir de ello; y las nuevas tareas, cargas y responsabilidades nos toman por sorpresa.
Todos, hombres y mujeres pretendemos seguir nuestra vida tal cual lo hacíamos antes de la llegada del bebé, lo que resulta realmente frustrante en ambos casos, porque las cosas han cambiado y la realidad ya no es la misma.
Si bien esta etapa resulta feliz en muchos aspectos, ya que ni aún en los días más difíciles podemos llegar al extremo de negatividad tal para desconocer que fuimos protagonistas de un verdadero milagro, hay momentos, situaciones, expectativas no resueltas y cambios de estructura que nos complican el diario acontecer.
A diferencia de lo que esperábamos antes de ser padres, la situación se nos presenta más o menos de la siguiente forma:
La no asunción de los nuevos roles que nos toca desempeñar a cada uno trae por consecuencia una mamá cansada, un papá excluido de la escena y un bebé con sus necesidades satisfechas en menor medida. Por qué sucede esto? Por lo siguiente: la mamá se encuentra con que el bebé en cuestión es un ser humano de carne y hueso, que no solo viene a enriquecer el panorama y a llenarlo de amor, sino que también trae a cuestas un cúmulo de necesidades que no puede satisfacer por sí mismo, y no solo eso, en la gran mayoría de las situaciones planteadas a partir de las necesidades de los recién nacidos, resulta que las realmente capacitadas para satisfacer las mismas somos nosotras, las mamás.
Este gran caudal de demandas que nos tiene como objetivo a nosotras, madres inexpertas, que no da tiempos de espera ni de descanso, que genera tareas y actividades las 24 horas del día, los 7 días de la semana, durante todo el año, nos deja cansadas, agobiadas, estresadas, tanto física como mental y emocionalmente. Porque no podemos desconocer que además de todos estos aprendizajes repentinos a los que nos vemos "obligadas" las madres novatas, el puerperio viene cargado, por sí mismo, de una infinidad de emociones encontradas, dolores físicos y desequilibrios hormonales que nos alejan del "yo misma" que solíamos ser.
Así que hasta aquí llegó el mito de que las cargas serían repartidas en partes iguales con el padre.
De repente nos encontramos privadas de ese tiempo y espacio con los que solíamos contar para nosotras mismas, debiendo destinarlo, junto al tiempo y espacio que solíamos destinar a compartir con el papá, todo junto al bebé. Nos quedamos sin nada para nosotras.
Por su parte, el papá, que ve todo como en una pantalla de cine, se queda esperando la parte de cariño, amor, atención, etc. a la que estaba acostumbrado. Él sigue disponiendo de espacio y tiempo para él mismo, y también de espacio y tiempo para la mamá, pero es ella la que ya no está disponible para darle nada. Entonces lo que frecuentemente hacen los nuevos papás en esta situación es replegarse sobre sí mismos, asumir que todo ese tiempo y espacio que ahora les sobra es estrictamente personal y usarlo en beneficio propio, sea para trabajar más o para sus propios hobbies o pasatiempos.
Esto tiene una doble consecuencia: por un lado deja a la madre sin contención emocional ni ayuda en las tareas, que ahora son muchas más que antes! Y así comienza a formarse en ella una nube de resentimiento que luego costará disipar. Él, a su vez, se ve a sí mismo cada vez más excluido de la escena formada por la mamá y el bebé, creyendo falsamente que la madre lo cambió por el nuevo miembro de la familia, que ya no elige estar ni compartir momentos con él, que dejó de quererlo. De esta forma el papá se auto-excluye, provocando también resentimientos en su persona. De todo ello deriva un distanciamiento en la pareja que luego habrá que romper con mucho trabajo.
La solución
Pero no todo está perdido. Hay otra posible actitud que puede adoptar el papá. Para eso será necesario que reconozca que el "distanciamiento" en el que incurrió su pareja no es debido a una causa egoísta, sino que en realidad no tenía otra alternativa válida para tomar en el momento, porque la supervivencia del hijo de ambos así lo requería. Entonces habrá de poner su corazón sobre la mesa, aceptando con valentía que llegó el momento de llevar a cabo un acto de heroísmo: dar sin recibir nada a cambio. Una forma de aceptar esta nueva tarea para el hombre es saber que, siendo un buen esposo y compañero, dando a su mujer lo que ésta necesita para sentirse amada y contenida emocionalmente, estará siendo un buen padre para su hijo... por qué? porque lo que su hijo necesita en la primera etapa de su vida es a su mamá, y solo una mamá plena podrá ser la mamá que ese hijo necesita. En manos del papá estará la posibilidad de hacer de esa mamá, una mamá plena.
El diagrama sería más o menos el siguiente:
Los beneficios de esta "fórmula" son indiscutibles: el papá se integra en la nueva dinámica familiar, comprendiendo que pasaron de ser dos a ser tres, de ser pareja, a ser una familia, y aún así conserve su tiempo y espacio personal, su libertad, su identidad social. Él es, de los dos, quien más conserva sus estructuras de vida anteriores y se ve menos expuesto a los cambios emocionales, por lo tanto su rol principal en esta etapa será la de contener emocionalmente a la mamá, para que ella se entregue de lleno a la "nube de la maternidad", se sumerja en las profundidades de sus aguas, mientras él continúa viviendo en el mundo real.
La mamá, por su parte, si bien se encuentra exigida a niveles que pueden provocar un gran nivel de estrés, afectada emocional y físicamente, podrá encontrar en su pareja todo el apoyo y la contención necesaria para afrontar esta tarea, al saberse amada y valorada.
El bebé, que tantas necesidades tiene al momento de llegar al mundo, y que poco (casi nada, más que llorar) puede hacer para lograr satisfacerlas en los primeros tiempos, será bendecido con una mamá plena y con la suficiente madurez emocional como para poder contenerlo y velar por su desarrollo físico, mental y emocional, ocupándose de todos los aspectos vinculados con su cuidado.
Creo que si uno puede verlo de esta forma, simplificado en roles y limitado a una corta etapa de la vida, no es tan difícil afrontarlo, y más aún, se siente invitado a entregarse de lleno al disfrute de este momento tan mágico e irrepetible con que nos premia la vida. Con un poco de conocimiento y otro poco de amor y comprensión, todo es mejor y más fácil.
Cómo vivieron vos y tu pareja la adaptación a los nuevos roles de la familia recién constituida? Si crees que este artículo puede ayudar a alguna pareja que se encuentra viviendo o próxima a vivir la ma/paternidad, no dudes en regalarles la posibilidad de leerlo.
Un abrazo!
Nosotros lo llevamos bastante bien, trato de no acaparar al niño para que él también lo mime y le haga carantoñas. No es sólo la mamá quien debe dar cariños al bebé, y por supuesto, mamá y papá también se quieren, sobre todo cuando bebé duerme por la noche, son nuestros momentos de pareja.
ResponderBorrarHola Ensanchando Pulmones! gracias por pasar por aquí. Estoy totalmente de acuerdo con vos en eso de que no debemos acaparar al niño y de que el papá también debe mimarlo... el tema es que en esa primerísima etapa que va desde el nacimiento, es indiscutible que la más capacitada por la naturaleza para hacer frente a las necesidades del bebé es la mamá. El papá podrá colaborar y compartir, por supuesto y bienvenido sea! pero la responsabilidad es casi exclusiva de la madre. A lo que me refiero es a esa primera época, en la que todo es exigencia y aprendizaje, la recuerdas? no es muy extensa en el tiempo, pero existe, y es ese el momento en el que se producen los quiebres, porque generalmente a la nueva mamá no le quedan energías para más nada. Luego las cosas se acomodan y finalmente, si logramos afrontar con éxito esa etapa, logramos cumplir nuestros roles de mamá y papá sin dejar de ser pareja. Me alegra que ustedes lo hayan logrado! El resultado es una pareja mucho más fortalecida! Un abrazo!
BorrarYo estoy todavía en la fase de embarazo, pero personalmente siento que faltan líneas en el dibujo... Creo que los tres agentes están interrelacionados. Qué duda cabe que los primeros meses es a la mamá a la que más necesita si está tomando lactancia materna, pero después (y aún entonces) el papá también tiene que ocuparse del bebé y darle mimos y carantoñas. La mamá también tiene que cuidar al papá. Y por supuesto, aunque el bebé no dé mimos y carantoñas a la pareja, creo que sí que aporta muchísimo a ambos progenitores... Así que no estoy muy de acuerdo con tu enfoque.
ResponderBorrarHola La cajita de música! Gracias por leer y comentar. Yo también pase por tu blog y me gustó mucho. Aunque no lo creas, estoy totalmente de acuerdo con vos, porque si te fijas, no dijimos cosas diferentes. Las lineas que dices que faltan en el dibujo, faltan, sí! y, si superamos con éxito esta etapa, con colaboración, amor incondicional y esfuerzo mutuo, las lineas aparecerán en el futuro cercano. Yo no digo que la relación de pareja se borre al nacer un hijo, sino que se queda en suspenso, en pos de dar a ese nuevo bebé todo lo que necesita. Paulatinamente el bebé deja de ser pura necesidad, y también empieza a dar, a interrelacionarse, a brindar sonrisas, miradas, palabras, aprendizajes, etc, que nos llenan de amor y de orgullo; la mamá vuelve a armar sus estructuras y a tener tiempo para sí misma y para el papá; pero solo un papá que fue capaz de mantenerse dentro del esquema podrá seguir relacionado, solo un papá que no se excluyó a sí mismo. Pasa que hay una gran diferencia entre la expectativa de lo que será una vida con un bebé y lo que pasa en realidad, esta no es, como generalmente creemos, una etapa de disfrute de pareja, es una etapa de esfuerzo, de siembra. Es maravillosa! Feliz! Llena de amor... pero no deja de ser un caos. Y muchas veces una actitud contenedora de nuestra pareja es todo lo que necesitamos para que las cosas vuelvan a re-armarse con rapidez. A lo que yo apunto es a que nada volverá a ser como antes, porque hay nuevas piezas en el rompecabezas, por lo tanto mientras más pronto nos hagamos la idea y nos pongamos manos a la obra para armar las nuevas estructuras, más pronto lograremos la plenitud familiar. Ojalá te sirva para punto de partida en tus propias reflexiones. Puedes o no estar de acuerdo, por supuesto, es tu libertad. Llegado el momento de recibir en tus brazos a tu bebé serás vos y tu pareja quienes jueguen la partida con las herramientas que hayan obtenido en este camino y las que vayan encontrando después, ojalá no les toque la crisis. Aunque para mí "Crisis" es sinónimo de oportunidad de crecimiento, y desde ahí armo mi idea. Te deseo mucho éxito en la que creo que ya es tu recta final del embarazo. Y realmente me encantaría seguir al tanto de tus procesos. Un abrazo gigante!
Borrarhola moni! hola chicas!, la primera vez que fui mama todo el trabajo fui solo mio ya que fui mama soltera y todo mi tiempo fue exclusivamente para iara todo el año.. por supuesto que tenia el apoyo de mi familia.. pero practicamente todo el tiempo lo pasaba con ella en todo lo que yo hacia, quizas por eso seamos tan unidas y compañeras y con ese amor que nos tenemos, con mi segundo bebe ya habia armado mi familia y desde el principio sabia que contaria con el apoyo del gordo, pero como dice moni la mama es la que se lleva la gran parte en esta nueva etapa de nuestras vidas, y si bien el papa ayuda un poco.. muchas veces sentimos el cansancio, los desvelos, el stres, los dolores de cuerpo etc etc y necesitamos una palabra, un gesto, una actitud para que las cosas se vuelvan mas faciles... pero desde el comienzo sabemos que la mayor parte nos toca a nosotras las mamas y a medida que el bebe vaya creciendo y vaya teniendo su propia libertad se emepzaran a acomadar nuestros espacios pero sera paulatinamente.. un abrazo a todas.. luciana.. todavia nose como hacer para que mi nombre aparezca arriba moni ayuda plis!!! jajja un abrazo a todas
ResponderBorrarHola Lu! gracias por contar tu experiencia. Todo se acomoda, sí! con un poco de amor y otro de paciencia.
ResponderBorrarEn cuanto a que aparezca tu nombre, hacé lo siguiente la próxima vez que comentes: debajo del recuadro de comentarios dice "comentar como"; hace click en la flechita de la derecha y te va a desplegar varias opciones. Elegí la que dice "nombre/URL" y completá el campo de "nombre" (la de URL dejala vacía porque vos no tienes página ni blog) y listo! al publicar el post va a aparecer tu nombre.
Abrazo!
gracias moni..
ResponderBorrarHola moni!!! comparto con vos en cuanto a que es necesaria la comprension y el afecto del padre respecto de la madre fundamentalmente durante el primer año. Pero no estoy de acuerdo en todo el resto ni con Laura Gutman, ya que a mi criterio en la crianza y educación del bebe desde que nace es necesaria la presencia de ambos padres. Es verdad que en los primeros tres meses la madre es demasiado absorvida por la lactancia y durante todo el primer año tambien ya que es quien principalmente se preocupa por el sueño y alimentación del bebe, la presencia del padre tambien es fundamental en la vida de un hijo, por ejemplo brindandole afecto, comunicación, juego, disfrutando con el en el aseo, tambien incluso en la alimentacion (dandole la mamadera) y en el sueño (haciendolo dormir). El papá que tiene tiempo para sus hobbies y más tiempo para sus pasatiempos, valga la redundancia, es un padre ausente en la crianza de su hijo que no se ocupa por estrechar lazos con él. Me parece que la madre es quien se encarga de incluir al padre en esta nueva relación de a tres (la familia). Es verdad que nada vuelve ha ser como antes, el cansancio, el dolor de cuerpo y el desvelo e incluso la falta de tiempo para uno mismo ya no se dispone con la misma libertad horaria y de tiempo como antes, no obstante ello, no creo que los papis no puedan poner un pequeño esfuerzo de su parte para conservar el tiempo como pareja. Tampoco me parece acertado con respecto al papa que colabora, que se trate de un "dar sin recibir nada a cambio", me parece que si existe reciprocidad en un padre PRESENTE ya que ambos desde sus propios roles se brindan a su hijo como dije anteriormente y éste les retribuye siendo un BEBE SALUDABLE, FELIZ, CON UNA SONRISA, CON SU PROPIA TERNURA, y, a su vez también podrán retribuirse mamá y papá como pareja ya que al distribuirse las tareas en la crianza del bebe, estarían menos cansados y tendrían un tiempito para la "reciprocidad" como pareja (es decir, valorar ese tiempo y aprovecharlo como un espacio para afianzar el vínculo entre ellos dando y recibiendo). Pienso que a la pareja tambien hay que cuidarla, alimentandola cada día, ya que si entre ellos están bien, la familia subsiste. Sí estoy de acuerdo mony, en que una mama comprendida y que tiene espacio para ella, es una mama plena. Por último, hay padres que ni con el nacimiento de su hijo asumen que han aumentado sus responsabilidades en todos los aspectos de la vida.
ResponderBorrarTe mando un abrazote!!!
Hola Ceci. Yo también creo en que es necesaria la presencia de ambos padres en la crianza y educación de un bebé, nunca dije lo contrario. Es que un bebé tiene necesidades específicas de cuerpo materno, porque los primeros días y semanas de vida fuera del útero son un período de transición para él, y aunque el papá puede ayudar, es la mamá la más requerida en estas tareas. Lo que el papá puede hacer es eso, ayudar, colaborar. El tiempo extra que tiene el papá no es real, es una ilusión de él, que todavía no tomó consciencia de la gran cantidad de tareas y responsabilidades que trae aparejada la llegada del bebé, pero en su mente le sobra el tiempo y se siente solo porque a la mamá, en cambio, el tiempo le falta y no tiene tiempo para él. En fin Ceci, creo que no dijiste nada diferente de lo que yo pienso, quizás me faltó explicar o darme a entender mejor. Simplemente quise hacer notar una etapa de transición que hay entre el nacimiento del primer hijo y los acomodamientos de la pareja a los nuevos roles que la fundación de una familia supone. Tampoco descarto que haya parejas que puedan afrontar la etapa sin caer en una crisis, serán tal vez parejas más maduras y con mayor entrega. Sería bueno que cuenten sus secretos!! ;)
BorrarUn abrazo y muchas gracias por leer y comentar.
P.D. igualmente te invito a leer la tercera parte del artículo http://amordelamadre.blogspot.com.ar/2014/06/y-yo-que-el-papa-excluido-III-parte-la-solucion-a-la-crisis.html
Quizás ahí encuentres más puntos en común con tu postura.
Besos!
Decepcionada...desde que quede embarazada todo cambio...cada día me sorprendo más del egoísmo de las personas
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